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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ayurveda: el arte de vivir




Ayurveda es la ciencia del rejuvenecimiento y la restauración de la salud. Es el primer sistema holístico que integra el cuerpo, la mente y el espíritu, originado en la India hace más de 5000 años, donde los reyes lo utilizaban para mantenerse jóvenes y sanos.


Pero Ayurveda es mucho más: es la ciencia de la vida y el arte de la curación; Ayurveda es, como reza el título, el arte de vivir. Y la que nos ocupa es mucho más que una película, un pariente lejano del documento visual. 

Es el billete de ida y vuelta al lugar en el que cuerpo y mente siguen los ritmos de la naturaleza, en el que el cosmos se retroalimenta para su buena salud, y el micro (la persona) es tan importante como el macro (el universo).

Pan Nalin debutó en el largometraje con la reciente Samsara (2001), pero su experiencia en el terreno documental es amplia gracias a sus proyectos en colaboración con Canal Plus, National Geographic, BBC o Discovery.

Experimentado realizador, por tanto, que durante tres años se dedicó a recorrer casi 15.000 kilómetros con su equipo en busca de las mejores historias y las personas más interesantes con un único objetivo: mostrar al mundo con la mayor veracidad posible en qué consiste esa medicina milenaria que él mismo conoció de niño en el campo indio, donde se crió. "Ninguna película puede hacer justicia a la ciencia Ayurveda", asegura Nalin.

Pero, a juzgar por el premio del público obtenido en el Festival indio de Los Ángeles y en el Festival de Galway, esta obra se acerca mucho a la filosofía de dicho sistema médico, no sólo por los valiosos testimonios que en ella se recogen, sino sobre todo por la atmósfera de paz y tranquilidad en la que sumerge al espectador durante poco más de 100 minutos.

Habrá quien diga que Ayurveda es una película "lenta", y no seré yo quien se lo niegue. Pero tanto sosiego no es en absoluto gratuito: la música relajante de Cyril Morin, las espectaculares imágenes de la naturaleza y la belleza de las terapias ayurvédicas captadas por Sergue Guez, y hasta la parsimonia de los vaidyas son herramientas para que los occidentales, miembros de la "sociedad de los excesos", como nos describe un vaidya, sintamos en nuestras propias carnes lo que significa fluir al compás que marca la naturaleza, respetando sus tiempos durante un rato, recostados en la butaca del cine, sin preocuparnos de las prisas que nos acechan fuera.

Se trata de regalarnos tiempo para respirar profundamente, reflexionar y tratar de comprender las actitudes de nuestro cuerpo y nuestra mente; maneras de entender la vida que ya nos adelantaron disciplinas como el yoga o el tai-chi, y que el Ayurveda no duda en recomendar como parte de su plan integral para el equilibrio mente-cuerpo.

Porque, según esta ciencia, "el que se conoce a sí mismo y a su naturaleza es el más grande".

Puede haber también quien le recrimine a Pan Nalin que no muestra en su obra ninguna opinión de representantes de la medicina Alopática, en especial en respuesta a los casos de cáncer que los médicos Ayurvédicos tratan a base de hierbas medicinales, cortezas de árboles o técnicas de desintoxicación.

Quizá la razón esté en que la película no está planteada como un debate sobre la superioridad de la medicina natural con respecto a la moderna, ni es necesario defender las técnicas empleadas por esta ciencia milenaria para la curación o prevención de enfermedades, puesto que hoy en día Ayurveda es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por todos los gobiernos del mundo como la primera medicina alternativa, por promover la salud interna y la belleza externa del ser humano.

Y son los propios vaidyas quienes proponen la colaboración con la medicina Alópatica para sumar los beneficios de ambas.

En Ayurveda no existen las ansias de dinero y poder. "El deseo es la raíz de todos los problemas", sentencia un vaidya que utiliza cortezas como medicamento para sus numerosos pacientes.

El único anhelo que admite tener es el de preservar los árboles, para poder seguir curando a la gente con las propiedades de las cortezas que selecciona unidas a su conocimiento, adquirido de generación en generación.

Dice Nalin que no deja de impresionarse por la lógica de Ayurveda en su comprensión de la vida. "Personalmente creo que nuestro mundo actual, en un nuevo milenio, va a necesitar las artes naturales de curación como nunca antes lo había hecho.

La espiritualidad y el equilibrio natural desempeñarán un papel vital en el gobierno de nuestra felicidad en un futuro inmediato".

Una lógica que va llegando a nuestras tierras a través de unos 500 libros dedicados al tema publicados en 50 países, y gracias al fascinante viaje que nos propone Ayurveda: el arte de vivir.

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/ayurveda-%C2%BFcual-es-tu-constitucion-1319.html

http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/la-ciencia-de-curarse-a-uno-mismo-1162.html


http://buenasiembra.blogspot.com/

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