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domingo, 25 de diciembre de 2011

Meditación Zazen




Meditación Zazen

La práctica de zen es la esencia del Budismo Zen. Sin zazen no hay Zen. zazen es la práctica
de Buda, la práctica del Despertar de la conciencia. Gracias a Zazen encontramos una gran libertad
interior y una gran energía en nuestra vida.

Introducimos un breve manuel de la práctica zen o zazen ( término japonés)
Para hacer Zazen conviene una habitación silenciosa y, en la medida de lo posible, dedicada
únicamente a Zazen. No debe ser demasiado oscura ni demasiado luminosa, ni demasiado cálida ni
demasiado fría (Demasiado es el origen de todas las perturbaciones). La simplicidad y la limpieza
deben ser protegidas. Si es posible quemad incienso, encended una vela y ofreced flores. Los Budas
y Bodhisatvas que preservan la enseñanza auténtica proyectarán su luz sobre ese lugar y lo
protegerán. Si lo hacéis así, ese lugar, por pequeño que sea, se convertirá en un verdadero Dojo, en
un lugar de alta dimensión espiritual.


Nos sentamos sobre el zafu tranquilamente, sin precipitación y sin dejarnos caer como un
peso muerto. Controlamos el movimiento que nos conduce de la posición erguida a la posición
sedente. Nos sentamos justo en el centro del zafu,si disponemos de él; ni demasiado a la izquierda
ni demasiado a la derecha, ni demasiado al borde ni demasiado atrás. Para Zazen existen dos
posturas posibles: loto y medio loto. Para la postura de loto poned primero vuestro pie izquierdo
sobre el muslo derecho y el pie derecho sobre el muslo izquierdo. Para la postura de medio loto,
contentaros con presionar vuestro pie izquierdo contra el muslo derecho.
A parte de estas dos posiciones; son válidas para Zazen, la postura llamada Seiza, que es un
sentarse sobre los talones, con apoyo de banquitos, sujeta-barbillas, etc.
Lo esencial de Zazen es que las rodillas se apoyen fuertemente en el suelo y las nalgas sobre
el zafu. Este triángulo es la base de la postura de Zazen.
Una vez que hemos tomado bien esta posición de piernas debemos estirar completamente la
columna vertebral, estirar la nuca y recoger la barbilla. Encerramos los dedos pulgares en los puños,
colocamos estos sobre las rodillas, vueltos hacia arriba y nos balanceamos de izquierda a derecha,
siete u ocho veces. Comenzamos con una oscilación amplia y poco a poco vamos disminuyendo la
amplitud, al igual que un péndulo, hasta recuperar la perfecta verticalidad.. .
na vez que estamos seguros de la estabilidad de la postura y de la verticalidad de la columna
vertebral, hacemos gassho, inspiramos por la nariz y nos inclinamos en gassho al mismo tiempo que
espiramos por la boca. Al inspirar volvemos a la vertical y disponemos las manos de la siguiente
manera: la mano izquierda sobre la mano derecha, palmas hacia arriba.
Los dedos pulgares se tocan suavemente, formando una línea completamente horizontal. Si
la postura de las piernas es correcta, las manos están apoyadas en los talones de los pies. El tono
muscular de las manos es muy importante. Antes de inmovilizarnos totalmente, inspiramos con
fuerza por la nariz y espiramos por la boca vaciando los pulmones del aire viciado. Esta respiración
se repite dos o tres veces. después de lo cual nos inmovilizamos absolutamente y respiramos por la
nariz, en silencio y con delicadeza.


Zazen significa: Absorción de la conciencia en su propia luz original a través de una
estabilidad perfecta del cuerpo y de la mente. Para conseguir este apacible equilibrio debemos tener
en cuenta tres aspectos fundamentales:

1. Posición corporal justa.
2. Respiración justa.
3. Actitud de la conciencia justa.

La respiración Zen desempeña un papel fundamental en la meditación y en todas las
acciones de la vida cotidiana Ante todo va dirigida a establecer un ritmo lento, poderoso natural.
Esta respiración esta esencialmente basada en una espiración larga y profunda.
Como hemos dicho antes, al principio de Zazen hay que inspirar varias veces por la nariz y
espirar por la boca. A partir de aquí la respiración debe volverse completamente silenciosa y nasal.


Muchos principiantes me preguntan: "¿Debo controlar o forzar mi respiración?" Mi respuesta es
siempre: "Sólo se puede controlar aquello que se conoce íntimamente".
Lo primero que un principiante debe hacer es observar atentamente su respiración y volverse
íntimo con ella.

Las zonas más importantes que actúan directamente sobre la respiración son: caja torácica,
músculos dorsales, músculos pectorales, diafragma, músculos intercostales y músculos
abdominales.
Según el nivel de actuación de estas zonas, podemos decir que existen tres tipos esenciales
de respiración:
Torácica. Es la más superficial de todas. La inspiración predomina sobre la espiración. Es
una respiración propia de personas excitadas y excitables. En esta respiración interviene la caja
torácica, los músculos pectorales y, muy débilmente, el diafragma.
Diafragmática. La espiración se vuelve ya mas profunda debido a la presión que los
músculos intercostales ejercen sobre la caja torácica, vaciándola un poco más. Esta respiración
supone un diafragma flexible, lo cual requiere una cierta relajación de los músculos dorsales. Mi
experiencia en el Dojo me ha hecho comprobar que la mayoría de las personas, en la época moderna
de las grandes ciudades, llegan con un diafragma rígido que impide una espiración larga y profunda.
El primer paso consistiría pues en suavizar la tensión del diafragma.

Abdominal. En la respiración abdominal se continúa el oleaje muscular provocado por la
presión que la caja torácica ejerce sobre el diafragma, y éste a su vez, sobre los músculos
abdominales. Esta respiración supone un gran vaciado de los pulmones y por lo tanto una mayor
cantidad de aire nuevo al inspirar. En esta inspiración, la espiración es mas larga y potente que la
inspiración. El oleaje muscular puede ser prolongado hasta el bajo vientre, hasta el llamado HARA
o KIKAITANDEM (océano de energía) en japonés.

Esta es la respiración propia de Zazen, hacia ella debemos tender. Pero hay que tener
cuidado. Muchos practicantes se equivocan en este punto, ya que intentan forzar una espiración
larga y potente sin comprender antes el mecanismo completo de la respiración.
Si, por ejemplo, el diafragma esta contraído e intentamos presionar en los abdominales, esto
provocara un gran conflicto interno en el cuerpo y en la conciencia, ya que el oleaje muscular ha
quedado interrumpido en el diafragma y sin embargo se presiona en los abdominales. Es mejor
seguir íntimamente el recorrido de este oleaje y no obstaculizarlo ni querer ir mas deprisa de lo que
marca su ritmo natural.
Sea como sea, la respiración es un asunto delicado que requiere consejos directos de un
Maestro Zen.
En líneas generales, tras la espiración viene naturalmente la inspiración. Con la practica
podemos concentrarnos en desarrollar una espiración cada vez mas larga y profunda. Esta
espiración desarrolla una gran energía en la cintura, en los riñones y en la cadera.
Todas las artes marciales se fundaron tradicionalmente sobre esta espiración.
El aire contiene la energía del cosmos. Recibimos esta energía a través de nuestros pulmones
y de cada una de nuestras células. Es muy importante, pues, saber respirar. Ordinariamente
respiramos 15 o 20 veces por minuto, de una manera superficial puesto que solo utilizamos una
parte de nuestra capacidad pulmonar. Una respiración profunda y completa no se efectúa solamente
al nivel de la caja torácica, como hemos visto, sino que debe apoyarse también en el abdomen.
Gracias a la práctica de Zazen en una postura corporal justa, esta respiración se vuelve poco
a poco habitual en nuestra vida cotidiana e incluso durante el sueño.
Esta respiración Zen aumenta nuestra energía vital.


La actitud del espíritu fluye naturalmente de una concentración profunda sobre la postura y
la respiración.
Durante Zazen, el cortex cerebral se reposa y el flujo consciente de pensamientos se detiene,
mientras que la sangre afluye hacia las capas mas profundas del cerebro. Mejor irrigado, el cerebro
se despierta de un semi-sueño y su actividad da impresión de bienestar, de calma y serenidad,
próximas al sueño profundo, pero en plena vigilia. El sistema nervioso se relaja, el cerebro
primitivo entra en actividad. Se es receptivo, se está atento, en el más alto grado, a través de todas
las células del cuerpo. Se piensa con el cuerpo, inconscientemente, sin usar energía.
No se trata de querer detener los pensamientos, lo cuál sería todavía peor, sino de dejarlos
pasar como nubes en el cielo, como reflejos en un espejo, sin oponerse a ellos, sin apegarse a ellos.
De esta manera, las sombras pasan y se desvanecen. Y poco a poco, una vez que las imágenes del
subconsciente han surgido y desaparecido, se llega al subconsciente profundo, sin pensamiento, mas
allá de cualquier pensamiento, encontrando laverdadera pureza.



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